jueves, 8 de septiembre de 2011

El fenomeno River

Facundo tiene 39 años, vive en Vicente López y en agosto fue uno de los 2.029 hinchas de River que decidió hacerse socio del club en el momento más triste de su historia. “La tarde en que nos fuimos al descenso contra Belgrano me lo prometí a mí mismo y cumplí. ¿Cómo no iba a hacerlo si River es una de las cosas más grandes que tengo en la vida?”, dice a Clarín mientras hace la cola en el local de Adidas que está en el museo del club para pagar la camiseta alusiva a los 110 años que será estrenada el sábado 17, ante Merlo. Lejos de erosionar el orgullo del hincha, el descenso a la B Nacional generó en ellos un boom inédito, un fenómeno popular cuyos ejes son el sentido de pertenencia y ese amor por la camiseta que tanto proclaman desde las canciones. A más de un veterano no deja de llamarle la atención esta corriente nacional y popular . “Los hinchas de River acompañaron siempre al equipo, pero pocas veces vi un grado de fanatismo y de apoyo similar al que se está viendo ahora”, asegura Roberto Pérez, un hincha de 65 años que compara a este momento “con el del equipo que estuvo 18 años sin salir campeón y la gente igual reventaba siempre todas las canchas”.

Pero el presente es completamente distinto al de entonces: River perdió la categoría y en el fútbol argentino todos entendieron que lo antinatural también podía ocurrir. Aquel 26 de junio en el que River se hundió en la tristeza más profunda de su vida actuó como un disparador de broncas y de sufrimientos, pero también de adhesiones y de orgullo. El fenómeno se ve reflejado de modos variados: en la decisión de muchos clubes de la B Nacional de resignar la localía con tal de hacer una recaudación salvadora (Merlo, por caso, lo recibirá en la cancha de Independiente y le dará 22 mil entradas); en la cantidad de gente que decidió asociarse después de la pesadilla que significó para ellos la pérdida de la categoría; en el aluvión de hinchas que se ven por las calles con camisetas y camperas; en la gran demanda para comprar la camiseta alusiva a los 110 años; en el crecimiento en la venta de merchandising oficial, superior al 20%; en las continuas consultas que recibe el club para abrir nuevas filiales en todo el mundo; y en los ratings de TV, que lo muestran como el equipo más visto de todos, incluyendo a los de la A.

Por iniciativa del cuerpo técnico que comanda Matías Almeyda, y en tren de fomentar la cercanía afectiva con los colores, todo el plantel decidió hacerse socio del club. Los hinchas también se sumaron a la causa . En agosto se asociaron 2.029 personas, cinco veces más que en junio, el mes del descenso, cuando se sumaron 376 socios. Se trata de una tendencia en aumento: en julio se habían asociado 1.071. Hoy, River tiene 85 mil asociados y, según el sitio all-rankings.com - Universe of rankings, rank it all! , figura noveno entre los clubes con más socios en el mundo (el líder es Benfica, con 200.000). En Sudamérica, el único que lo supera es Inter de Porto Alegre, que tiene 100.000.

El club cuenta con 196 filiales nacionales y 15 en el exterior. “Todos los días recibimos llamadas para saber los requisitos a cumplir para abrir una”, dicen en el Departamento de Filiales.

La presencia de River en la B Nacional le puso final a cuatro años sin hinchas visitantes en la B Nacional. Antes de que la AFA levantara esa prohibición, Independiente Rivadavia utilizó un eufemismo ( hinchas neutrales ) para posibilitar que la gente de River pudiera ir al Malvinas Argentinas. Y en Mendoza hubo 15 mil hinchas de River. Son muchos los clubes que, como ocurrirá con Merlo, tienen pensado mudar su localía para salvar el año económicamente. “Vamos a tratar de jugar en Vélez. Estimanos que haremos una recaudación para salvar casi todo el presupuesto de la temporada”, contó un dirigente de Atlanta. Más: en las vacaciones de invierno hubo más de 10.000 visitas al Museo River, un 40% más que el año pasado. Sucede una curiosidad: esta vez, los números se encargan de retratar una pasión.



Gonza