jueves, 28 de abril de 2011

Cristina dejo pagando a Moyano

La presidenta Cristina Kirchner le comunicó ayer en forma personal al secretario general de la CGT, Hugo Moyano, que no asistirá mañana al acto de la central obrera por el Día del Trabajador, en la avenida 9 de Julio. La primera mandataria evaluó que la foto junto con Moyano podía desgastar su imagen y popularidad. "Ella perdía políticamente al lado de Moyano y no quería que la sociedad interpretara que ella es rehén de la CGT", dijo un miembro del entorno de la Presidenta.

La excusa formal que expresó Cristina Kirchner en la reunión con Moyano fue su viaje a El Calafate. La Presidenta partió ayer y regresará el domingo próximo. Y le explicó que al cumplirse ayer seis meses de la muerte de Néstor Kirchner quería estar en familia en el Sur.

Hace semanas se dejó trascender que Cristina Kirchner asistiría al acto para refirmar su alianza con la CGT. La Presidenta había acordado con Moyano el aumento salarial del 24% para el gremio de camioneros, una suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, y más cargos electivos en las listas de candidatos para las elecciones de octubre.

"La Presidenta no participó de los actos del Día del Trabajador en los últimos años", se atajaban ayer en Balcarce 50. "La lectura política corre por cuenta de los medios. Pero es cierto que Cristina quiere tomar distancia de Moyano", agregó un hombre de la Presidenta. Para no romper todos los puentes, empero, al acto podrían ir algunos ministros del Gabinete.

En la CGT no cayó bien el desaire. Moyano pretende congregar a 500.000 trabajadores para presionar por más cargos en las listas de candidatos electivos. Pero el dirigente judicial Julio Piumato, moyanisata, explicó que "ella estará en nuestros corazones". Tampoco irán al acto de la CGT los gremios antimoyanistas conocidos como "los Gordos".

Al mismo tiempo, en la CGT causó asombro el llamado de la Presidenta a un encuentro entre la central obrera y la UIA, como se informa por separado.

"No estaba en los planes de nadie. No sabemos qué temas se tocarán", deslizó un dirigente cercano a Moyano. Se intuye que será un intento de reflotar el pacto social, que otras veces fracasó, con la nueva conducción industrial de José Ignacio De Mendiguren.

En este contexto de tensión con la CGT, la Presidenta envió mensajes de advertencia a los dirigentes sindicales. "Me desvela que este esfuerzo colectivo y familiar no caiga en saco roto", dijo la Presidenta. Algunos lo interpretaron en Balcarce 50 como una confirmación de que irá por su reelección.

Sin embargo, otros miembros del entorno pusieron de relieve que ello estuvo acompañado con una dura crítica al paro petrolero en Santa Cruz, y dijo que "la conflictividad social no puede arruinarnos el modelo" ni "hacer perder al sector empresario en 24 días de huelga US$ 300 millones ".

En Olivos comentaron que ello era una señal de advertencia de que si la CGT no la acompaña y presiona, ella podría replantear su proyecto de reelección.

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