La rebelión popular fue la marca distintiva de las elecciones provinciales en la ciudad más afectada por las cenizas del volcán Puyehue-cordón Caulle, donde votó alrededor del 35% de los electores habilitados y se manifestó el malestar a través de un "voto bronca" con la incorporación de cenizas en los sobres.
La aldea de montaña representa apenas el dos por ciento del padrón de Neuquén, con 7942 electores habilitados para votar, que ayer fueron casi imperceptibles debido a la decisión mayoritaria de no concurrir a votar ante la emergencia desatada una semana atrás por la erupción del volcán chileno y la declaración de una alerta roja por la cual se recomienda no salir a las calles.
La jornada electoral estuvo signada por los reproches. Los vecinos que acudieron a votar a las cinco escuelas donde se distribuyeron 27 mesas manifestaban su disgusto por la decisión del gobernador Jorge Sapag de avanzar con el acto eleccionario en esta región donde incluso él mismo resultó afectado en el momento de votar por la mañana en San Martín de los Andes, donde se registraron precipitaciones de cenizas.
"Nos dicen que no salgamos porque hay alerta roja y hacen elecciones", se quejó una mujer que acudió a votar sólo para "cumplir con el deber cívico".
El malestar se profundizó cuando el Gobierno dispuso ayer transporte público gratuito para concurrir a votar en una ciudad en la que desde hace una semana no funcionaba el transporte local de pasajeros y en la que se mantenía el corte de luz y la falta de agua potable en algunos barrios.
Algunos jóvenes iniciaron una cadena de mensajes de texto y vía Facebook para que la gente concurriera a votar e impugnara su voto colocando cenizas en el interior del sobre. Así lo hizo Nazarena, una joven del barrio Norte, que acudió a la escuela por la tarde portando entre sus ropas un tubo de cenizas volcánicas para manifestar su bronca por la realización de las elecciones en la emergencia. Gustavo también acudió a votar a la escuela 353, donde se habilitaron las mesas luego de ponerse en funcionamiento un grupo electrógeno en una zona que no tiene luz desde la noche del sábado: "No sé si está bien que hagan elecciones en un lugar donde hay alerta roja, pero, de todos modos, vine a cumplir con mi deber".
En algunas escuelas, fue anormal el inicio de la jornada electoral. En el CPEM 68, hasta pasadas las 9 de la mañana, las autoridades de mesa se iluminaban con linternas; luego pudieron hacer funcionar un grupo electrógeno que otorgó energía durante el resto de la jornada.
La escuela 104 de la zona céntrica estuvo a punto de no ser abierta para votar, ya que el sábado la precipitación de cenizas afectó el sistema de calefacción, que, como toma aire del exterior, había dispersado las cenizas en todo el ambiente. Sin embargo, mejoró el panorama y la votación se realizó con normalidad.
La crítica situación de la ciudad, que registra más de 20 centímetros de cenizas en sus calles, lo que dificulta la movilidad, motivó que siete autoridades de mesa se declararan en rebeldía y efectuaran un "renunciamiento intempestivo", según confirmó Miguel Cárdenas, miembro de la justicia electoral, que coordinó a los reemplazantes. Para las 9.30, todas las mesas estaban en funcionamiento.
"No fue nada fácil iniciar las elecciones, ya que amanecimos sin luz", reconoció Cárdenas hacia la mitad de la jornada electoral.
El ex intendente Hugo Panesi (PJ) realizaba ayer tareas de fiscal general de su partido, aunque estaba en desacuerdo con el desarrollo de las elecciones. "Mucha gente no está, se fue de la ciudad, y otros manifiestan su voto bronca", afirmó.
Roberto Cacault, del Movimiento Popular Neuquino, opinó que la reacción de la gente es "mezcla de rebelión porque en muchos lugares se les complica salir de sus casas" y señaló que la ausencia de votantes también se debe a la "falta de movilización de los partidos".
Gonza from LN.com
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